Años pasaron y volví a visitar mis recuerdos más especiales. Mis recuerdos de aventuras, mis recuerdos de historias, las que conté hasta que me miraron raro. Quizá por ello olvidé algunas que ahora me han parecido perlas con costra de normalidad. Hablaba con el freiji que desde aquellos años nos hemos vuelto más seguros. El suelo ha dejado de temblar a nuestros pies y ahora tenemos la ilusión de saber por dónde andamos. La seguridad nos vino con ilusiones y, aunque parezca ilógico, ahora que sabemos que son ilusiones estamos aun más seguros.
París quedó oculto en el crecer y ahora me doy cuenta de que a pesar de francia (lo escribo con minúscula porque seguro que les jode, igual que me gusta escribir españa para los que les jode) y los franceses, a pesar de París y los parisinos, a pesar de todo, lo echaba de menos. Hice de turista para ver cosas que no había visto en un año, a pesar de que hay cosas que sigo sin haber hecho. No fuí al Louvre, no subí a la torre Eiffel y no me fuí a esa plaza donde los franceses firmaron su chovinismo perenne en la gillotina, llamada la Bastilla, donde se gestó una de las revoluciones más beneficiosas para la humanidad. Lo que sí hice fue llevarme lo mejor de mi vida. Lo que sí hice fue sembrar donde campos semi-abandonados habitaron durante algo menos de 17 años, aunque tuviera que empezar a hacerlo con lágrimas.
París quedó oculto en el crecer y ahora me doy cuenta de que a pesar de francia (lo escribo con minúscula porque seguro que les jode, igual que me gusta escribir españa para los que les jode) y los franceses, a pesar de París y los parisinos, a pesar de todo, lo echaba de menos. Hice de turista para ver cosas que no había visto en un año, a pesar de que hay cosas que sigo sin haber hecho. No fuí al Louvre, no subí a la torre Eiffel y no me fuí a esa plaza donde los franceses firmaron su chovinismo perenne en la gillotina, llamada la Bastilla, donde se gestó una de las revoluciones más beneficiosas para la humanidad. Lo que sí hice fue llevarme lo mejor de mi vida. Lo que sí hice fue sembrar donde campos semi-abandonados habitaron durante algo menos de 17 años, aunque tuviera que empezar a hacerlo con lágrimas.
2 comentarios:
A moa, a moa... Yo me llevé lo mismo, que casualidad...
jajaja, he puesto "a moa"? jajaja Para una de las cosas que digo en perfecto francés..
A moi, a moi...
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